12 mayo 2010

España: Chapuzas S.L.

Es simplemente descorazonador. La deriva del gobierno hacia no se sabe dónde, la ya patente y permanente improvisación, la falta de valentía (de “cojones” dicho finamente) y de ambición, no hacen sino reafirmarme en el esperpento que supuso la campaña electoral de las elecciones de 2008.

Hoy es el día de los “recortes”. Bruselas manda, nosotros obedecemos. Ese parece ser el patrón de conducta, cual mulo con su jáquima bien calada, sin mirar más allá o alrededor. Obedece y punto! Lo más no sé si gracioso o indignante, es que en la sala de máquinas de Ferraz se olían que lo de hoy iba a traer cola. Han habido varias comunicaciones en el día de hoy en un esfuerzo de movilizar (o evitar demasiados cabreos) a la militancia, lo que no hace sino confirmar que los recortes (ni me atrevo a llamarlas “medidas”) van a pesar como una losa de aquí a 2012.

Grosso modo, los puntos destacables serían lo siguientes:

- El Gobierno se baja el sueldo un 15 por ciento
- Salario de los funcionarios: se rebaja un 5 por ciento, de media, en 2010. Congelado en 2011
- Se suspende la revalorización de las pensiones en 2011, excluidas las no contributivas y las mínimas
- Se elimina el régimen transitorio para la jubilación parcial
- Se elimina el cheque-bebé a partir de 2011
- Se rebaja el precio de los medicamentos y se adecuan sus envases a los tratamientos
- Las solicitudes para Dependencia se resolverán en 6 meses y se elimina la retroactividad


Pero no nos olvidemos que, según Ferraz, esto no supone un ataque al estado del bienestar. Lo siento pero tengo que disentir: si no subir las pensiones el año que viene, cargarse la prejubilaciones, cargarse el cheque-bebé y maquillar las cifras de dependencia no es un ataque al estado del bienestar que venga Cthulhu y lo vea. Lo de los funcionarios, pues lo siento por ellos: siempre han sido la casta labroal menos puteada de la sociedad española y por tanto no voy a derramar lágrimas por ellos.

Lo que me hace gracia (por no decir otra cosa) es la nula ambición de estos recortes. Vienen a ser el lado tenebroso del plan E: hace 2 años nos liamos a soltar pasta a manos llenas con tal de que no reventaran las cifras del desempleo y mira en que se ha traducido. Ahora el resto de los españolitos nos toca comernos las consecuencias de una medida que no era sino un parche incapaz de contener la riada que venía detrás. Que no se nos olvide: fueron 8 mil millones de euros gastados en mantener lejos del INEM a los rebotados de la construcción y que no ha servido para nada ( y ahí están las cifras de endeudamiento, de ocupación y de productividad).

Dice el presidente que el esfuerzo ha de ser “nacional, equitativo y justificado”. Ni pa tí ni pa mí.


No voy a ser tan impresentable y cínico como Rajoy y su caterva de buitres (eso viene más adelante) como para no darme cuenta de que se necesita un esfuerzo generalizado para arreglar el tremendo marrón en que nos encontramos metidos. Lo que no se nos debe olvidar es que la pasividad, la falta de iniciativas estos últimos dos años por parte del gobierno, nos han abocado a esta situación. Por mirar a otro lado no se arreglan las cosas. Por no cabrear a nadie terminas por cabrear a todo el mundo. Por no liderar cuando más falta hacía vas a pagar electoralmente a medio y largo plazo.

La equidad sigo pensando que también forma parte del elemento de guasa de la ecuación. Que no se engañe nadie: los de arriba no van a padecer ese esfuerzo como la mayoría que está abajo. Por mucho que el gobierno se recorte el sueldo un 15% seguirá disfrutando de una nómina muy por encima de la media nacional. Y lo mismo es trasladable a todos los profesionales de la política que también maman de la teta del estado a la hora de recibir sus honorarios. Tampoco creo que la otra caterva de buitres, los empresarios, vayan a padecer estrecheces: en todo caso excerbarán las de sus asalariados con otra excusa servida en bandeja de plata desde el gobierno para que los trabajadores sigamos perdiendo poder adquisitivo. Y tampoco veo que se toque a la iglesia católica, un credo que se lucra ahora más con la nueva financiación que en anteriores legislaturas y que además es capaz de sustraer directamente de las arcas de todos los españoles con que sus adeptos marquen una simple “X” en la declaración de la renta; estamos en un estado laico, al menos en el papel, y seguimos tolerando que esta secta succione millonadas del dinero de todos y además nos dejamos una pasta en sufragar la visita de su líder encubridor de pederastas.

La justificación por supuesto que no consigo verla por ningún sitio. Sólo veo recortes, otro parche más superpuesto sobre tantos otros, no veo medidas de alcance, estructurales, de gran calado que consigan transformar (y rápido) el modelo productivo patrio. Parece como si la Ley de Economía Sostenible sólo haya servido, por el momento, para cabrearnos a muchos con su Disposición Final Primera. A la vista de que no se mete la directa con este tipo de medidas, ni antes ni ahora, no me parece justificado meter tijera donde se ha metido si no es para acompañar el tijeretazo de los cimientos imprescindibles que este país lleva necesitando años.

Basta de chapuzas.

Rajoy a lo suyo

No he entrado demasiado hasta ahora en las posturas difundidas desde el PP. No por nada, sino porque si hay cosas que de verdad me ataquen el hígado son la hipocresía, el cinismo y la caradura. Por desgracia, el PP podría exportar flotas completas de superpetroleros de las tres cosas.



No me vale absolutamente nada de lo que digan ni Rajoy ni su gente. Ellos fueron los que crearon esta situación; ellos le dieron alas a la especulación inmobiliaria, al ladrillo salvaje, al pan pa hoy y el que venga atrás que arre, al pelotazo. No me vale que ahora hagan sangre con una situación gravísima que ellos mismos pavimentaron. No me vale que se arropen con el armiño del salvapatrias cuando son ellos y sus principios los que posibilitaron que ahora España esté económicamente hecha unos zorros. No me valen que defiendan en público un argumento para a continuación hacer exactamente lo contrario. No me vale que se echen al monte llamando a la desobediencia ante un problema incubado y alimentado desde su propio mandato. No me vale el todo vale. No me vale el “y tú más” (aunque esto es aplicable también al PSOE con creces). No me vale para nada una oposición oportunista haciendo caja a costa de lo mal que lo estamos pasando.

Márchese a cagar.

Partitocracia


Lo más triste de todo es que el grueso de la población acudirá obedientemente a las urnas sin pensar más allá de lo que hagan tragar en la siguiente campaña electoral. La partitocracia en España está doblemente enferma con un gobierno que no sabe lo que quiere hacer e instalado en el miedo a las reacciones (con su dodotis bien calado) y una oposición irresponsalbe y cínica intentando beneficiarse de un problema creado por ellos mismos. Se nos intenta hacer creer que el pronunciarnos en las urnas por cualquier sigla que no sea PP-SOE supone un desperdicio de nuestra voluntad. Y no podríamos equivocarnos más. Será en las urnas (pero no lo veré) el lugar donde realmente se pueda castigar a unos y otros, a esa casta de malos profesionales que es la clase política española: inoperante, empobrecedora, sin recursos válidos que justifiquen la reválida de sus puestos. Por eso llegaron a un pacto sin roces de ningún tipo para evitar la reforma electoral. Por eso no acometerán una reforma seria de la financiación de los partidos: porque saben que si somos capaces de sacudirnos la jáquima les daremos una soberana coz en sus partes pudendas, que es precisamente lo que se merecen.