26 enero 2010

Prepárate para cobrar menos este año

Me las prometía yo muy feliz para este año. Cumplo mi primer trienio en la empresa donde trabajo y, además, estaba a la espera de que se aplicara la subida anual del IPC. Mi sorpresa ha surgido al ir a calcular las retenciones que me aplicaría Hacienda sobre mis ganancias.

No es que no estuviera sobre aviso. Ya se había comentado algo por ahí sobre que las retenciones fiscales iban a subir este año. Lo que no me esperaba era el subidón que se iba a aplicar. Resulta que, en el caso de haberme quedado con el sueldo congelado, el Estado igualmente iba a descontarme un 4% más de mi nómina respecto al año pasado. Como no es el caso y espero dos subidas (IPC+trienio) resulta que esa subidad elas retenciones por IRPF es del 5% nada menos. E igual que yo, pues el resto de los afortunados que mantenemos nuestros puestos de trabajo.

Las sorpresas, disgustos y demás comenzarán a aparecer entre finales de esta semana y principios de la que viene. "¿Cómo? Esto debe ser un error ¿Cómo es posible que cobre menos que hace un mes?" va a ser algo que se pregunten muchos. En mi caso la "subida" se va a quedar en algo prácticamente testimonial, el equivalente a pasarme una mañana tomando tapas en el centro de Sevilla. Y me hace cuestionarme muchas cosas.

¿Ha merecido la pena el esfuerzo presupuestario brutal del Plan E? Ya lo vamos a empezar a pagar entre todos, y en primavera más aún cuando suban los tipos de IVA. ¿Obedecía el Plan E más a un afán por evitar la cifra de 5 millones de parados que a un esfuerzo eficiente por gestionar la crisis? Yo cada día lo veo menos claro y se me antoja más como una macromedida propia de bouttique mediática: "¿Por dios bendito, hay que evitar que las cifras del paro se pongan en niveles astronómicos como sea! Si me tengo que cargar el superávit del estado y dejar esto "entrampao" durante 10 ó 15 años da igual, la cosa es que la imagen no sufra para poder seguir ganando elecciones".

Como casi siempre, es injusto generalizar, y que quede bien claro que no pretendo hacerlo. Pese a las muchísimas tragedias personales y familiares que se han vivido y se siguen viviendo en España por el desempleo, sigo teniendo ese pequeño resquemor, duda o lo que sea que viene a decirme que buena parte de los que están engrosando esas cifras de desempleo se lo pueden tener merecido. Y me refiero a la legión de pelopinchos sin cerebro que hace sólo un par de años vivían a todo trapo con su Audi A3, su Seat Leon tuneado o vehículo similar trabajando de ferrallista, encofrador o algo parecido en el ladrillo. A esa legión de inconscientes que, corte de mangas incluído, mandaban a freir espárragos a su futuro, a su formación y a su profesor de secundaria al grito de "Ahí te quedas pringao, que me voy a la obra a ganar el doble que tú". Ay, el ladrillo, cuánto daño ha hecho a este país de empresarios mileuristas.

Y ahora nos toca a casi todos pagar el pato. Digo "casi" porque claro está que esa élite emprendedora mileurista me da en la nariz que no va a sufrir en sus carnes ni en su cartera esta pérdida de poder adquisitivo que el resto sí que vamos a notar.

Por cierto, si alguno tiene ganas de ganas de deprimirse, echarse a llorar o cagarse en ZP antes de tiempo, puede hacer el cálculo en la web de la agencia tributaria descargando el programa de cálculo de retenciones. Pero no lloreis mucho, que hay que levantar el país aunque nadie tenga ni la más zorra idea de cómo hacerlo aún.