16 febrero 2008

¿TENSIÓN? PUES CLARO

No sé a santo de qué ha venido tanto revuelo con el tema del micro abierto en la entrevista de Gabilondo a ZP hace unos días. Tensión, tensión! tensión? Pero qué nos creemos ahora?

Me resulta de todos modos un poco extraño que desde Cuatro hayan decidido filtrar este tema. No es que lo censure, pero con tanta crítica que le llueve al grupo Prisa sobre su "militancia" en las causas socialistas, y ahora nos encontramos con una filtración que se ha convertido en otro argumento absurdo de la derecha y de sus grupos mediáticos afines y no tan afines.

Desde hace ya bastane tiempo nos hemos dado cuenta casi todos de que la única preocupación real que debía tener el Gobierno de cara a las elecciones era precisamente la no menos conocida desmovilización del electorado de izquierdas. A los hechos me remito: el recién publicado estudio del CIS en el que se marca un empate técnico entre PSOE y PP en resultados pese a haber una diferencia abismal en intención de voto y valoración de líderes. Por gestión, por formas, por credibilidad, por trabajo realizado, por proyecto y por simple contraste con el adversario, el PSOE gana de goleada.

En buena lógica ZP habla de tensión, pero no de la forma farisea y pervertida en que se han intentado dar a entender de forma interesada desde la derecha. La tensión que necesita tanto el PSOE como España para seguir por el buen camino radica precisamente en la "no-complacencia" de los electores de izquierda que podrían quedarse en casa el domingo 9 de Marzo por la razón que sea. Muchos no quieren darse cuenta, o prefieren ignorarlo malintencionadamene, del tremendo daño que las actitudes de "esto está ganado" pueden hacer de cara a unos comicios como los que se avecinan, donde un puñado de votos estratégicos en determinadas provincias podrían marcar el signo del futuro gobierno.

Es necesario que esa tensión, esa movilización por usar otra palabra análoga en este contexto, se extienda entre esa inmensa mayoría que detesta lo que representa, los hechos y las actitudes de esa derecha amontunada que sufre España a manos del PP. Es esencial que el mensaje se extienda y que absolutamente nadie se quede en casita el domingo 9, viendo el fútbol, de resaca, de limpieza o de lo que sea, y que las urnas se llenen de votos para dar una soberana lección de democracia a esta derecha oscura y gafe que tenemos. Que esas urnas demuestren de una vez que España no se merece a estos personajes cenizos, predicadores de odio, que vociferan desde las filas más extremas de la derecha. Que todos vayamos a votar en conciencia, en responsabilidad, eligiendo a la opción que más nos convenza. En definitiva, que la tensión sirva de acicate al ejercicio de la democracia.