31 enero 2009

ANTONINO EL AUTORITARIO


Hay ocasiones, en casos extremos siempre, en que el autoritarismo podría llegar a estar justificado. Casos de desintegración social, de violencia, guerra o inestabilidad exacerbada que hacen temblar los pilares de una sociedad en los que se recurre al recorte de todo tipo de libertades en pos preservar una estructura ya existente.

El problema nos lo encontramos cuando, en el día a día, se recurre a este tipo de medidas sin justificación alguna. El ejemplo más reciente de este tipo de prácticas nos lo encontramos en Bollullos el pasado Jueves durante el Pleno del ayuntamiento, cuando el alcalde, Antonino Gallego, decidió expulsar del Pleno a la portavoz del grupo socialista.

A priori el pleno se esperaba tranquilo, pocos puntos a discutir y con coincidencias en algunos planteamientos que podían facilitar el consenso en algunas de las decisiones a tomarse. La caja de los truenos, sin embargo, se destapó durante la presentación de una de las mociones propuestas por los socialistas, en la que solicitaban la creación de una bolsa municipal de empleo que contara con unas garantías básicas de transparencia. Esta demanda, la de la transparencia, por sistema pone de los nervios a los ediles del PP en general y al alcalde en particular. Es como si Antonino Gallego sufriera de alguna dolencia de carácter alérgico (supuraciones, sarpullidos, ataques de ansiedad, asma, mareos, inestabilidad intestinal, verborrea, congestión nasal, segregaciones lagrimales, cualquiera sabe...) cada vez que se menciona el concepto.

Abrió y monopolizó el debate, lo manipuló (como es ya habitual) para su conveniencia y, al quedarse sin argumentos, perdió por completo los papeles y la poca razón que pudiera tener, al meterse en el "jardín" de las descalificaciones personales, intentando ver la paja en el ojo ajeno sin admitir la viga en el propio. No contento con este atropello le deniega el uso de la palabra a los socialistas y termina por expulsar del pleno a la portavoz de la oposición.

La cosa podría haberse puesto mucho peor de haber solicitado el alcalde la intervención de la Policía Municipal para que escoltaran a la edil socialista fuera del salón de plenos, pero Gallego tuvo un momento de lucidez. De todos es sabida la huelga de celo que mantiene desde hace bastante tiempo la Policía Local en Bollullos de la Mitación. ¿Se hubiera quedado Gallego compuesto y sin poli de haber pedido la intervención de las fuerzas de seguridad? Creemos que sí; y de ahí que tras el altercado decidiera levantar la sesión plenaria para dar 5 minutos de descanso. Al menos, Gallego sabe escenificar sus exabruptos, por poca razón que pueda tener.

Cuesta abajo y sin frenos. Así parece que va el PP de Bollullos de la Mitación con este nuevo episodio de abuso de poder. Lo de haber perdido la mayoría absoluta, la negligente gestión de las arcas municipales, la nula capacidad de reacción (o incluso de voluntad) ante las demandas planteadas desde la Policía Local y quién sabe cuántos esqueletos ocultos en el armario del PP de Bollullos, se están cebando con un alcalde acosado por los problemas que, día a día, viene a demostrar que no es capaz de aportar ninguna solución.

La casa sigue sin barrer y los contenedores ardiendo...

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